El verano en Cancún culminó con un éxito total en ocupación, tarifas y vuelos, y la temporada de invierno llega con buenas expectativas incluso para todo el Caribe mexicano, pero hay una lista de problemas que arrastra el destino y preocupa mucho a los hoteleros y turistas.
El maltrato en el aeropuerto, especialmente en el último tiempo, la estafa en la renta vacacional debido a las plataformas ilegales y el tráfico insoportable en el bulevar Colosio atentan contra los beneficios del destino, reconocido mundialmente por su calidad hotelera además del sol y de la playa.
También la violencia de los taxistas para solucionar conflictos y el problema que supone la aparición de mototaxis para las tradicionales combis, como ha sucedido en Playa del Carmen, enciende la alarma de los hoteles y restaurantes, una señal que debe mirar con atención la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama.
Además, Cancún enfrenta grandes problemas que tienen que ser atendidos en forma inmediata, como son la saturación en ciertas zonas de la ciudad, la invasión de terrenos, la vivienda irregular, pero sobre todo, problemas de movilidad que se han hecho más visibles con las obras que se realizan actualmente.
Yuniet Blanco Salas