América Latina es prácticamente un gran estallido de color, desde sus exuberantes bosques verdes hasta la hermosa costa, o, en el caso de Perú, esas montañas arcoiris absolutamente impresionantes. Si a esto le añadimos el tejido indígena, la música y el ambiente vibrante, no es de extrañar que la decisión de qué ciudades coloridas elegir para ese top fuera difícil.
1. Valparaíso, Chile
Una ciudad portuaria próspera que ha perseverado durante el declive económico y las dificultades de la dictadura política, a través del color y el arte callejero, siempre ofrece algo especial. En Valparaíso, el arte callejero fue fomentado en su día por el poeta Pablo Neruda, ganador del premio Nobel, y luego pasó a la clandestinidad, para volver a emerger, y ahora es amado y próspero.
Caminando por las empinadas calles, con cada rincón un cuadro, e incluso humildes escaleras convertidas en obras de arte, se pueden pasar horas, de hecho, días descubriendo nuevas piezas de arte. Es uno de los lugares más coloridos, y una de mis ciudades favoritas llenas de arte en el mundo.
2. Favela de Santa Marta, Río de Janeiro, Brasil
Río de Janeiro evoca imágenes de hoteles glamurosos, playas impresionantes y gente feliz en bikini retozando en las mismas. Pero las favelas de colores vivos forman parte de Río tanto como el Cristo Redentor o el Pan de Azúcar.
Los visitantes de estas zonas aportan dinero a quienes más lo necesitan en la ciudad. Al igual que en otras ciudades latinoamericanas, donde el arte callejero y el pintar literalmente la ciudad han unido a las comunidades más pobres, las favelas de Río han experimentado un renacimiento centrado en el arte, y merece la pena echar un vistazo a estas vibrantes comunidades aferradas a las laderas de las numerosas montañas escarpadas de la ciudad.
3. La Boca, Buenos Aires, Argentina
Buenos Aires es como un París que se ha deshilachado en los bordes, pero con la grandeza descolorida y la vitalidad de la ciudad todavía muy presente. Llena de música, danza, arte y cultura, Buenos Aires tiene muchos barrios distintos, y La Boca es el más colorido.
La Boca fue en su día la zona portuaria de Buenos Aires, y hoy es más conocida por sus mercadillos, su arte callejero y sus alrededores pintados. Hasta los adoquines de las calles están pintados. Turística, con muchas parejas de bailarines de tango que posan mostrando su habilidad frente a los bares populares.Especialmente para los fotógrafos y los entusiastas de Instagram, este colorido barrio es difícil de superar.
4. Guatapé, Colombia
Esta es, según se dice, la ciudad o el pueblo más colorido de Colombia, y quizás incluso de Sudamérica. Colombia está llena de lugares de interés que merecen la pena, pero una parada en Guatapé es imprescindible si le gusta el color. No sólo las residencias privadas y los edificios públicos están pintados con todos los colores del arco iris y algunos más, sino que también tienen frescos especiales en cada casa, llamados zocalos.
Algunos de los frescos son patrones abstractos, mientras que otros representan formas más reconocibles, como pollos, flores y pájaros. Merece la pena fotografiar todas y cada una de las casas, y tener calles enteras llenas de ellos es una alegría ridícula. Nadie parece saber exactamente cómo y por qué empezó esta tradición de los zocalos, pero ahora son un elemento fijo y una visita obligada cuando se está en Colombia.
5. Callejón de Batman, São Paulo, Brasil
Esta es una de esas zonas dedicadas donde se permite y se anima a los artistas a dar rienda suelta a su creatividad. Este callejón habría sido normalmente una callejuela anodina, aburrida y sosa, pero ahora, adornado con murales siempre cambiantes, es una galería de arte al aire libre en un barrio encantador, colorido y lleno de pequeñas boutiques y cafés, que te hacen quedarte un poco más.
Yuniet Blanco Salas